El F 750, en producción desde mediados de los 80 en sus múltiples versiones, es parte de una popular gama de camiones comerciales que usan diversos servicios y compañías privadas incluso a día de hoy. Aunque las configuraciones habituales del camión no destacan especialmente por su rendimiento, la facilidad de modificar el motor y la versatilidad del marco hacen que sea adecuado para toda clase de situaciones y tareas.
Una suspensión elevada para carreteras viejas y terreno difícil.
Un tren de potencia con tracción total que da fuerza a todas las ruedas conectadas según la necesiten.
Una suspensión personalizada, la herramienta perfecta para el terreno difícil y las carreteras con muchos baches.
Un auténtico monstruo disfrazado de motor. Poder incontenible con un apetito insaciable. Esta vez podemos afirmarlo: la ciencia ha ido demasiado lejos.
Un motor desfasado remodelado por completo. Aumenta su potencia a expensas de la fiabilidad, ya que el daño físico reduce la potencia y aumenta el consumo rápidamente.
Un motor hecho a medida y modificado por un popular taller. Potencia respetable, aunque le gusta mucho la gasolina.